Iris |
En aquella oportunidad se hicieron muchos adelantos. Se adquirió una estantería con dinero de socios y fue un gran esfuerzo realizar la compra, traer el taxi-flet y rogar mucho pero mucho para que un celador nos la amurara. Llegaron muchísimos libros de la Presidencia de la Nación , cajas y cajas. En esa época se sellaba en todas las páginas que terminaban en 9 y se forraba con nylon. Fue una temporada de trabajo intenso y arduo.
Luego vino el cambio a una sala más espaciosa , la misma en que estamos ahora pero sin dividir y había también una videoteca , lugar para mesas de consulta y nuevas tandas de libros para foliar y forrar.
Otro desafío se nos planteó cuando se incendió la escuela y tuvimos que trasladarnos al laboratorio. Época de tristeza y adaptación que nos requirió una cuota importante de optimismo. Por último, recalamos en nuestro lugar definitivo donde el espacio es por demás reducido.
A todos los cambios nos hemos adaptado y seguimos dando lo mejor para que encuentren un espacio de alegría , tanto quienes trabajamos aquí como alumnos y docentes que se acercan."
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