Parientes
En 1992, mientras se celebraban los cinco siglos de algo así como la salvación de las Américas, un sacerdote católico llegó a una comunidad metida en las hondonadas del sureste mexicano.
Antes de misa, fue la confesión. En lengua tojobal , los indios contaron sus pecados. Carlos Lenkersdorf hizo lo que pudo traduciendo las confesiones, una tras otra, aunque él bien sabía que es imposible traducir esos misterios:
_ Dice que ha abandonado al maíz_ tradujo Carlos_.Dice que muy triste está la milpa . Muchos días sin ir.
_ Dice que ha maltratado al fuego. Ha aporreado la lumbre porque no ardía bien.
_Dice que ha profanado el sendero, que lo anduvo macheteando sin razón.
_Dice que ha lastimado al buey.
_Dice que ha volteado un árbol y no le ha dicho por qué.
_ Dice que ha maltratado al fuego. Ha aporreado la lumbre porque no ardía bien.
_Dice que ha profanado el sendero, que lo anduvo macheteando sin razón.
_Dice que ha lastimado al buey.
_Dice que ha volteado un árbol y no le ha dicho por qué.
El sacerdote no supo qué hacer con esos pecados, que no figuran en el catálogo de Moisés.
Eduardo Galeano. En: "Bocas del tiempo".
Este conjunto de pequeñas historias, escuchadas y también vividas por el autor , fue publicado originalmente en diarios y revistas. Imágenes artísticas de Cajamarca van ilustrando cada relato en el que sutiles detalles se abren paso a través del tiempo para resonar reflexiva y emotivamente en nuestra imaginación.
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